sábado, 1 de enero de 2011

Mediación

Cada problema tiene... un mediador
Hay profesionales que ayudan a resolver conflictos y evitan una visita al tribunal

Enfrentar un conflicto con un vecino, un hermano o un hijo muchas veces es tan difícil que la intervención de una tercera persona que sepa cómo manejar esas situaciones es la mejor opción.

Pero no se trata de buscar a cualquier persona y arriesgarse a que el problema se agrave, existen mediadores profesionales que propician que las personas que tienen el problema se sienten a dialogar y lleguen a acuerdos.

Esa puede ser su mejor opción para no tener que entrar en un proceso judicial y encontrar una salida en casos en los que sus hijos se niegan a darle una manutención o buscarle atención médica, no le dan acceso a ver sus nietos, no se ponen de acuerdo para ayudar a cuidarlo, se nieguen a devolver parte de la herencia que les entregó en vida y que ahora necesita por estar atravesando una crisis económica, entre otras muchas situaciones.

“Hace falta el recurso del diálogo”, explica el mediador certificado por el Tribunal Supremo, Alexander Pagán, quien incursionó en este campo luego de laborar 25 años en la industria de alimentos, en la que acumuló experiencia en asuntos de negociación.

Los adultos mayores “no quieren someter a sus hijos a este proceso y el Tribunal tampoco quiere que esas personas se sometan a un proceso judicial tedioso y público. Yo le ayudo a estas partes en conflicto a mantener la confidencialidad. Nosotros somos como unos jueces de paz”, explicó Pagán.

El mediador explicó que de todos los casos que ha atendido este año, el 95% se ha resuelto mediante un acuerdo entre las partes, que es un documento con el que debe cumplirse. De todos los conflictos en los que medió Pagán, el 30% fueron casos en los que había una persona de edad avanzada involucrada.

Servicio gratuito

Al igual que Pagán hay otros mediadores privados a quienes las personas pueden acudir por cuenta propia o a quienes el tribunal les refiere casos, explicó Ana Romero Velilla, directora del Negociado de Métodos Alternos de la Administración de Tribunales. Bajo la jurisdicción de ese Negociado están los Centros de Mediación de Conflictos, que ofrecen el servicio de mediadores sin costo alguno.

Para recibir los servicios, todo lo que tiene que hacer es ir a uno de los centros judiciales en los que hay un Centro de Mediación. Allí le darán una cita para atenderlo en o antes de 15 días generalmente. También la Oficina de las Personas de Edad Avanzada tiene un acuerdo con estos centros para referirle casos de adultos mayores que necesiten el servicio.

Romero explicó que muchos de los casos que reciben son de personas que buscan ayuda porque sus hijos no quieren ayudarlos económicamente. En esos casos, se les orienta sobre sus derechos, las leyes aplicables y las estrategias de mediación.

Recordó que la Ley de mejoras al sustento de personas de edad avanzada de Puerto Rico, del 2000 establece que proveerle alimentos a las personas de edad avanzada “está revestido del más alto interés público, y es una obligación consagrada en el Código Civil de Puerto Rico. Existe una obligación recíproca de los descendientes para con sus ascendientes, siempre en la medida que tuvieren la capacidad financiera para ello, de proveer sustento económico en situaciones en que esos ascendientes tuvieren la necesidad”.

Romero explicó que “los conflictos pueden afectar mucho las relaciones entre amigos y familiares y cuando uno compara esta forma de resolver (los problemas) versus una denuncia o una querella en el tribunal, la medicación es una forma constructiva de resolver la controversia”.

Ese proceso le permite a las personas hablar sobre sus sentimientos y necesidades y sus puntos de vista sobre el asunto en un ambiente de respeto, en el que se vela por mantener la dignidad de los participantes, afirmó Romero.

La funcionaria hizo hincapié en que el proceso respeta el derecho del adulto mayor a decidir, a tomar decisiones, porque muchas veces se piensa erróneamente que, por el hecho de ser mayor, la persona no tiene la capacidad de tomar decisiones.

“En la mediación ambas partes ganan. El acuerdo tiene la validez de un contrato entre las partes. Si se incumple, las personas tienen la alternativa de ir al tribunal”, agregó Romero.

Noticia original de Mildred Rivera Marrero, tomada de El Nuevo Día el domingo 26 de diciembre de 2010